sábado, 15 de febrero de 2014

The last nightfall comes (Lucas Brox)





Crítica de la exposición:
Lucas Brox es un artista murciano por el que la Galería Léucade apuesta, ofreciéndole la oportunidad de exponer por primera vez en una galería de arte. Vivimos en una época en la que prácticamente todo está hecho, y a veces, lo nuevo no es siempre lo mejor. Brox nos hace disfrutar de una pintura con reminiscencias al siglo XIX con sus dibujos rápidos y sus pinceladas prácticamente gestálticas, donde con unos pequeños ápices de pintura, se nos muestra un todo.
Recuerda a la artista francesa Berthe Morisot, que fue cuñada de Manet y la que lo introdujo a él en el mundo del impresionismo. Pero desgraciadamente, se conoce más el retrato que hizo de ella Manet que toda la pintura que ella realizó. Las mujeres de Brox, son como las mujeres de Morisot. Ellas, protagonistas indiscutibles de cada obra, en mitad de un paisaje que no es necesario que esté acabado, alimentando así ese mundo en el que están sumidas entre pensamientos, escondidas detrás de un abanico, con la mirada perdida, mujeres taciturnas al fin y al cabo. Varios millones de dólares es el precio actual de las obras de Morisot. Auguremos el mismo futuro para este joven artista de Murcia con el que regresamos a la época del romanticismo. Y no hay día más apropiado para celebrar el romanticismo que inaugurando el día de San Valentín. Celebremos junto a Lucas Brox la contemplación del arte romántico. La exposición "The last nightfall comes" que puede verse en la planta superior de Léucade, reúne una serie de pinturas y dibujos que nos hacen querer saber en qué piensan los personajes de este prometedor artista.

Sofía Martínez Hernández.Directora de Galería Léucade.

La exposición en la prensa:
Crítica de Pedro López Morales el 2 de abril de 2014 en el periódico La Opinión.

Crítica de Pedro Soler en el periódico La Verdad el 1 de marzo de 2014.


viernes, 7 de febrero de 2014

Llamaradas de Torregar



Critica de la exposición 

El artista murciano Torregar, lleva una trayectoria que lo ha convertido en uno de los artistas referentes de la Región llegando a ser un artista internacional. Su obra, además de haberse visto por muchísimas ciudades de España, ha sido expuesta en Reino Unido, Italia, Estados Unidos, México, Paraguay, etc. Sus exposiciones siempre han versado principalmente sobre el cuerpo humano. Es característico su enorme mural de 206 metros cuadrados en el que el tema era la alegoría de la vida, representando a fetos. Y son muy conocidos los retratos de ancianos que le dieron mayor fama. Pero lo que predomina en sus exposiciones es, en definitiva, el principio y el fin.
 Ya sea de la vida, de un proceso artístico, de una idea o pensamiento que lleva a cabo sobre la tabla o el papel... Torregar es, ante todo, un artista con la acepción de "persona que hace algo con suma perfección". En la exposición "Llamaradas" de la Galería Léucade, Torregar envuelve todo el espacio expositivo con una serie de obras en torno al fuego. De nuevo nos encontramos la máxima de sus creaciones artísticas: el principio y el fin. Quién no recuerda de niño haberse quedado mirando al fuego, imaginando, intentando ver más allá, consiguiendo entrever nuevas formas que realmente no están ahí pero que nuestra mente las hace surgir. Torregar es capaz de llevarnos hasta allí, a través de ese fuego que crea con tal perfección que lo único que le falta es quemarnos si lo tocáramos.

Nos advertía Vargas Llosa que la literatura es fuego, que ella significa inconformismo y rebelión. Podríamos extrapolar sus palabras, ya que la literatura es otro arte, igual que la pintura, y decir entonces que la pintura es fuego. El arte es fuego. Desde el principio de la existencia de la palabra arte, siempre ha sido muy complejo definir qué es arte. En mi opinión, el arte es todo aquello capaz de conmovernos. Los óleos sobre madera y las acuarelas sobre papel que podemos ver en "Llamaradas", nos queman por dentro al lograr impactarnos tanto al contemplarlas. Debido a sus pinceladas envolventes, da la impresión de que los pinceles siguen pintando solos después de que la mano de Torregar los soltara, ya que las llamas parecen continuar moviéndose. El fuego, que a Torregar le recuerda a su infancia mirando la chimenea de su abuela, nos traslada a todos a nuestra propia infancia. El principio. Fuego como principio del universo. Fuego como el resurgir de algo. Fuego como una parte del alma del artista que deja en cada obra. En las llamas de esta exposición, podemos ver ese momento exacto de su mayor esplendor, sabiendo que -como todo en este mundo- tiene final. Los filósofos interpretaban los jeroglíficos que hablaban sobre fuego llegando a la conclusión de que el mundo sería consumido por las llamas. De nuevo, en Torregar: el principio y el fin. Las llamaradas siempre tienen fin. Estas "Llamaradas", se mantendrán vivas del 7 de febrero al 20 de marzo en Léucade.

Sofía Martínez Hernández.

Fuente escrita:

Escrita por Pedro Soler

Visita guiada por Torregar en la Galería Léucade